Una experiencia única: Oler para ver a Picasso

Picasso patas arriba

Para que la experiencia alcanzara todo su potencial, François Chartier se puso primero en contacto con la empresa japonesa Sony para utilizar su innovador difusor de aromas portátil, el Sony Aromastic. Esta iniciativa permitió a los visitantes de la exposición descubrir a Picasso de una manera diferente, guiados por el propio François Chartier y equipados con su Aromastic. De este modo, pudieron captar hasta qué punto el olfato complementa al ojo y experimentar una inmersión total en el mundo del legendario artista.

Armonías sorprendentes

Gracias a su ciencia aromática y a la sumillería molecular, François Chartier trabaja en las sinergias aromáticas, lo que le permite obtener resultados extraordinarios.

Picasso pintó Naturaleza muerta con cesto, tres erizos de mar y luz en 1946. El cuadro es un bodegón que, como su nombre indica, representa una cesta y tres erizos de mar. Para maridar con esta obra, Chartier eligió la frambuesa y se pidió a los visitantes que pusieran el Aromastic en el número 9. Se pudo comprobar la sorprendente similitud de los aromas de estos delicados frutos rojos con el olor yodado de los erizos de mar, ya que ambos comparten la misma molécula dominante: la beta-ionona. El cuadro Calavera y puerro (1945) mostraba puerros y una calavera sobre un mostrador. Al poner su Aromastic en el número 8, los participantes descubrían un olor a tierra húmeda —procedente de una molécula llamada geosmina— que los acompañaba en su observación de la obra.

Hace tiempo que sabemos que el sentido del olfato es inestimable para el gusto y François Chartier demostró brillantemente a los numerosos visitantes de la exposición La cocina de Picasso que oler también nos permite ver mejor.

Se trata de una obra única y exclusiva, que puede desarrollarse para infinidad de aplicaciones, ya que el mundo de los aromas es muy amplio.

¿Cuándo se podrá oler para ver a Van Gogh? ¿Oler para escuchar a Mozart? ¿Oler para ver la obra de Orson Welles? ¿Oler para escuchar a Miles Davis? ¿Oler para comprender a Frank Lloyd Wright?